El pasado sábado, 19 de julio, dentro del marco de la Feria del Libro de Santander, Marilar Aleixandre y María López-Sández presentaron su libro Moviendo los marcos del patriarcado. El pensamiento feminista de Emilia Pardo Bazán gracias a la invitación de Carmen, librera de La Vorágine, Cultura Crítica. A las 13 horas en punto comenzaba el acto con la filóloga Agustina Monasterio a los mandos, que se encargó tanto de presentar la actividad como de lanzar interesantes preguntas a las autoras.
Por qué Emilia Pardo Bazán se considera un “cabo suelto” fue el primer tema que se abordó, una definición que las autoras toman prestada de Isabel Burdiel, biógrafa de la escritora gallega. Esta pregunta dió pie a hablar de ella como “radical feminista”, como defensora a ultranza del destino propio de las mujeres, con mismos derechos, pero no más deberes que los hombres. En este punto Marilar recordó las palabras de Pardo Bazán, «el asentimiento perpetuo se obtiene dando a la violencia y a la servidumbre color de deber y virtud» y María se centró en su reivindicación del derecho de las mujeres a formarse. Algo extremadamente moderno para la época puesto que llegué a hablar de coeducación y conocimientos y oficios comunes.
Hablando de la escritora gallega y su época, Agustina les preguntó por la relación entre esa modernidad fuera de lo común en muchos ámbitos y su relación con la religiosidad. Si bien Emilia fue una mujer que no tuvo miedo, poco sabemos de las presiones que tuvo sufrir. Conocemos algunas de lo que se escribió de su persona, pero sobre todo, a través de su amplia correspondencia con amigos e intelectuales. Un ejemplo es el de la carta que su antiguo confesor y amigo de la familia, el padre Castellanos, le escribe tras el fallecimiento de su padre. En la misma la culpabiliza, aludiendo a un castigo divino por su estilo de vida, y le presiona para que vuelva con su marido.
En Moviendo de los marcos del patriardo el concepto de feminicidio ocupa un lugar relevante. María López-Sández remarcó la fuerte presencia de la violencia de género en la obra de la gallega, también en sus artículos de prensa. El manto de la ficción siempre ha permitido a las escritoras hablar de muchos temas que no podían abordar desde la redacción no ficcional sin ser señaladas socialmente. En este aspecto, Pardo Bazán es otra precursora. No sólo se posiciona directa y contundentemente en contra de la violencia, sino que es consciente de la raíz de esta lacra: los hombres se creen dueños de las mujeres.
De la violencia ejercido sobre los cuerpos se pasó a hablar de cuestiones más fisiológicas como la presencia de partos, escenas de lactancia o el deseo (sexual) femenino. Emilia convierte estos temas en material literario y los introduce en la red de novelas de la época llegando incluso a darle la vuelta al final trágico de novelas adulterinas como La Regenta, Madame Bovary o Anna Karénina. En sus obras, a pesar del comportamiento inadecuado de las protagonistas, es frecuente el giro hacia el final feliz de la novela romántica.
Marilar y María profundizaron sobre estos y otros temas y rescataron parte de los temas transversales desarrollados en el libro que conectan sus vivencias y obra. La actividad finalizó con una reivindicación, la del derecho a no ser íntegras, a defender la labor realizada por las mujeres y a no echar por tierra su trabajo realizado por aspectos hoy mal vistos u opiniones personales. No olvidemos que “somos hijas de Emilia Pardo Bazán” y de otras muchas mujeres que soñaron las vidas y derechos que tenemos hoy día.