Siempre que pensamos en una traducción, los idiomas que se nos vienen a la cabeza son el inglés, quizá el francés, pero rara vez el griego. Mucho menos imaginamos una correspondencia tan bella y compleja entre un autor francés y una autora nacida en Esmirna. Y, quizá, al no pensar nunca en ello, nos estamos perdiendo un impresionante documento que alumbra sobre la vida, la muerte y la fe. Los diarios, de Ioanna Tsatsos, son un ejemplo de todo aquello que no descubrimos por no dejar atrás nuestros prejuicios: el machismo, el miedo a lo desconocido o la extrañeza ante aquellas lenguas a las que no estamos acostumbradas. Ioanna Tsatsos fue una brillante intelectual a la que nos hemos perdido, pero que estamos aún a tiempo de reencontrar. Estos diarios, que en realidad son la correspondencia que mantuvo con Pierre Emmanuel, poeta francés, son una gran prueba de ello.

Y cabe destacar que el uso de la palabra «intelectual» no es baladí, puesto que no se trata simplemente de una gran escritora que dibuja pasajes con maestría, sino que se atreve a iniciar un viaje por el mundo de las grandes preguntas que inquietan e inquietaron a la humanidad: Dios, lo que hay —o no— después de la muerte, la vida en sí… También, estas cartas nos enseñan una lección muy valiosa: la amistad entre hombres y mujeres siempre ha sido posible, aunque nos neguemos a verla.

La edición que nos presenta su traductor Mario Domínguez Parra, además, incluye una introducción que acerca a la lectora a la vida e inquietudes de la autora, así como sitúa las coordenadas espaciotemporales de Ioanna Tsatsos.

Nota bibliográfica

Ioanna Tsatsos nació en Esmirna en 1909 y murió en el año 2000. Su familia tenía una profunda relación con las letras, puesto que era hermana de Yorgos Seferis, uno de los grandes poetas griegos. Hasta ahora, los dos únicos libros de Tsatsos traducidos al español son Diarios de la ocupación y Mi hermano Yorgos Seferis. Los diarios que presentamos en este volumen cubren el período entre 1977 y 1984.

La democracia volvió a Grecia tras la llamada dictadura de los coroneles (1967-1974). Konstantinos Tsatsos se convirtió en presidente de la República de Grecia (lo sería desde 1975 hasta 1980) y eso permitió a Ioanna Tsatsos, su esposa, establecer contacto con las élites políticas y culturales de varios países.